10 pasos para reequilibrar nuestro mundo en tiempos de crisis

La epidemia de coronavirus nos deja una cosa muy clara: estamos interconectados, y estamos todas en el mismo barco. Sin embargo, nuestra mayor vulnerabilidad proviene de un sistema en el que el dinero, los recursos y el poder se han ido acumulando durante demasiado tiempo. Aquí proponemos 10 pasos que pueden seguir los más privilegiados para restablecer la circulación necesaria para que todos los sistemas vivos prosperen.

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  1. Sé extraordinariamente generoso con las personas más afectadas por la situación. Revisa tus privilegios y apoya activamente a los colectivos que generalmente no cuentan con una acumulación de recursos, sufren discriminación o son pasados por alto: las personas enfermas y ancianas, los trabajadores sanitarios, las madres y padres solteros, los trabajadores indocumentados, las personas subempleadas, los trabajadores por cuenta propia, con contratos temporales, salarios bajos o que han sido despedidos, las personas racializadas e indígenas, los inmigrantes, las personas sin hogar y refugiados, población reclusa o exconvictos, los veteranos de guerra, las personas con discapacidad y colectivos LGBTQ+. Esto ayuda a que las personas comprendan quiénes son las más afectadas, nos ayuda a repartir los recursos de manera más eficiente y contribuye a corregir errores sistémicos. Este artículo en inglés refleja cómo el brote de coronavirus afecta de manera sobredimensionada a la población negra.
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  2. Reduce los alquileres de los inquilinos y las pequeñas empresas. No desahucies a ninguna persona ni empresa. Retrasa los pagos del alquiler. Alquila las viviendas y locales vacíos. Esto permite que todo el mundo mantenga sus hogares y negocios en tiempos difíciles. Algunos caseros ya están apostando por ofrecer un respiro financiero y no cobrar el alquiler.
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  3. Congela o cancela los pagos de préstamos y facturas de los particulares y las pequeñas empresas. Como mínimo, suspende los intereses o las multas para que no sigan acumulándose y extiende los plazos de los pagos de préstamos y facturas. Ofrece préstamos sin garantía, sin intereses o planes de amortización a particulares, pequeñas empresas y empresas sin ánimo de lucro que lo necesiten. Esto garantiza que no penalicemos a las personas y los negocios debido a circunstancias imprevistas. Aquí podemos ver cómo la administración de EE. UU. detuvo temporalmente los pagos de intereses sobre préstamos estudiantiles federales.
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  4. Apoya a tus trabajadores y equipos. Facilita o aboga por las siguientes medidas: oportunidades de teletrabajo (cuando sea posible), ayudas para el cuidado de niños, bajas remuneradas por enfermedad, horarios flexibles, bonificaciones anticipadas y no planificadas y garantías de empleo para los próximos meses. Reduce la correlación entre jerarquía y salarios. Rechaza los comportamientos racistas y ten más paciencia con las ineficiencias, los errores, el estrés y la tensión con tus empleados y compañeros. Esto proporciona a las personas seguridad y una mayor capacidad para hacer frente a las exigencias laborales y familiares. Esta empresa está cerrando sus tiendas, pero sigue pagando a todos sus empleados.
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  5. Deja el dinero en tu ámbito local. Compra en los negocios más cercanos, especialmente los más pequeños. Sé generoso con las propinas (si procede). Compra tarjetas regalo y prepago para servicios futuros. Apoya a las personas cuyas actividades y eventos hayan sido cancelados, a través de compras online, suscripciones y mecenazgo. Rechaza los reembolsos o dona ese dinero a una organización benéfica afiliada. Transfiere el dinero de tu empresa y los ahorros a una cooperativa de crédito local o a un banco comunitario. Esto hace que el dinero siga circulando dentro de nuestras comunidades y que los servicios sigan operativos. Estos datos ilustran de manera exhaustiva por qué es importante hacer negocios en el ámbito local.
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  6. Aumenta tus donativos. Da antes de que la gente pida. Brinda apoyo a las personas, familias y servicios sociales de primera línea, así como a aquellos que trabajan para crear un sistema económico más equitativo y resiliente. Si recibes beneficios de las fluctuaciones tus inversiones, empléalos con generosidad y dona acciones a organizaciones sin ánimo de lucro. Esto reduce la probabilidad de que haya personas que se queden atrás. Algunos líderes ya están aumentando sus donativos.
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  7. Haz un voluntariado virtual y/o en persona (donde sea seguro). Ofrece tu ayuda telemática a organizaciones sin ánimo de lucro y acompaña a través del teléfono o las redes sociales a las personas que puedan sentirse más solas. Si es posible el distanciamiento social, haz un voluntariado en tu banco de alimentos, en un refugio para personas sin hogar o en cualquier otro proveedor de servicios de primera línea. Recoge las compras, la correspondencia u ofrécete a cuidar a los niños de las personas más necesitadas. Dona sangre (si gozas de buena salud). Esto nos da a todos la oportunidad de actuar. Aquí tienes cientos de oportunidades de voluntariado virtual.
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  8. Comparte tus recursos y excedentes. Haz un inventario de tus suministros y un cronograma para repartir lo que estés dispuesto a compartir. Entrega alimentos, artículos esenciales, productos sanitarios de alta gama y tarjetas regalo a personas, tu banco de alimentos local, grupos de entrega de comidas u otros servicios de apoyo. Si tienes tierras de cultivo, comparte los excedentes y facilita el acceso a tu patio o propiedad para crear un huerto comunitario. Esto garantiza que haya suficiente para todas y que los recursos no estén inactivos. Cientos de redes de ayuda mutua se están movilizando en respuesta al coronavirus.
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  9. Apoya programas afines y propuestas legislativas. Defiende los programas y las leyes que apoyan a los inquilinos, las pequeñas empresas, los trabajadores y las organizaciones sin ánimo de lucro, al tiempo que priorizan la asistencia a las personas enfermas y ancianas, los trabajadores sanitarios, las madres y padres solteros, los trabajadores indocumentados, las personas subempleadas, los trabajadores por cuenta propia, con contratos temporales, salarios bajos o que han sido despedidos, las personas racializadas e indígenas, los inmigrantes, las personas sin hogar y refugiados, población reclusa y exconvictos, los veteranos de guerra, las personas con discapacidad y los colectivos LGBTQ+. Esto ayuda a reforzar los cambios estructurales que necesita nuestro sistema. Twitter ha prohibido el discurso de odio en torno a la edad, la discapacidad y la enfermedad.
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  10. Predica con el ejemplo. Inspira a otras personas más privilegiadas a seguirte. Esto crea un efecto dominó de ayuda. La campaña de esta mujer está inspirando a muchos a practicar #viralkindness, igual que la oleada de solidaridad en España con #yoayudo.
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Arte original de Miguel Brieva Clismón .

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Gracias a las siguientes personas de todos los rincones del mundo, que ayudaron a editar este artículo: Dien Vo, Natalie Holmes, Crystal Arnold, Katia Sol, Tía Laída Fé, Victoria Saint, Claire Sommer, J’aime Powell, Alexa Bernard, Bonnie Cohen y Kokayi Nosakhere.

 

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* Texto traducido por Silvia López, editado por Lara San Mamés
* Artículo original publicado en Postgrowth Institute
* Imagen de portada de Tricia J.