¡El capitalismo me funciona! Verdadero/Falso

«¡El capitalismo me funciona! Verdadero/Falso» es un rótulo luminoso interactivo que plantea una pregunta muy sencilla.

En estos vídeos, Steve Lambert, autor de la obra, explica de dónde le vienen las ideas y se pregunta por qué somos incapaces de imaginar un futuro más allá del capitalismo. Después de los vídeos incluimos unas reflexiones sobre el proyecto escritas por Lambert.

En el primer vídeo vemos:

* De dónde ha salido la idea.
* A Zizek y la idea de que somos incapaces de imaginar un mundo sin capitalismo..
* Culturalmente hablando, la manera en la que pensamos sobre el capitalismo y el futuro según el filtro del cine.

Para activar los subtítulos, pulsad sobre el rectángulo la parte inferior derecha.

Creemos que el vídeo de Lambert hace buenas migas con este artículo de David Graeber. Os recomendamos leer el artículo y tenerlo en cuenta al ver el vídeo.

En el segundo vídeo, se habla de pasar de idea, a proyecto, a reunir fondos y a construir.

* Los cientos de personas que echaron una mano.
* Las reacciones de la gente en un parque de Cleveland, Ohio, en el verano del 2011 (perdón por todo el ruido de fondo).
* Y entonces empezó #occupy…

 

Sobre el proyecto, por Steve Lambert

Entablar una conversación sobre el capitalismo es como acercarse un extraño y preguntarle: «¿Ha oído hablar de Jesucristo?». La palabra capitalismo es señal de alarma. Y con buen motivo, ya que normalmente conlleva tener que aguantar a algún personaje comiéndote la oreja con «El Sistema» o poniéndose agresivo hablando de impuestos. Ugh.

Pero también es cierto que se habla del capitalismo todos los días a través de eufemismos como «trabajo», «creación de empleo», «el clima empresarial»  o discutiendo sobre la crisis del momento, ya sea la crisis de la vivienda, la crisis financiera, la crisis de la seguridad social, la crisis de los impuestos, o la crisis de rellena-el-espacio-en-blanco. Pero el contenedor en el que se engloban estas crisis apenas se discute, y mucho menos cualquier propuesta de alternativas o reformas significativas.

Como cultura, necesitamos la  visión y el ímpetu necesario para poder hablar del problema en sí. La idea de que «no hay alternativa» a la forma en la que funciona nuestro mundo, nos roba la capacidad de soñar. Como ciudadanos, necesitamos ser lo suficientemente valientes para entablar estas discusiones a fin de plantearnos nuevas y mejores visiones del futuro.

¿Qué podemos hacer? Intenta entablar una conversación sobre el capitalismo y verás como tus amigos se baten en retirada poco a poco -y los extraños «mucho a mucho».

Pero este es el propósito del arte. Esto es lo que en arte hace bien: Crear un espacio donde explorar nuevas ideas  y perspectivas. Un espacio que no es comparable a ningún otro.

A lo largo de mi carrera artística, me he retado a mí mismo trabajando con temas difíciles, pero de una manera accesible y divertida. Me he dado cuenta que el humor y la cultura popular pueden abrir las puertas a temas difíciles pero esenciales, y que nos permiten conceptualizar – y así movernos en dirección de- nuevos y utópicos futuros.

El cartel va a comenzar su gira aquí en Cleveland, y viajará a lo largo de los Estados Unidos, tanto antes como después de las elecciones presidenciales del 2012. La gente que vote en el cartel tendrá la oportunidad de hacerse un retrato y decir unas cuantas frases sobre la opción que han elegido y por qué. Vamos a sacar un libro, una página web, y varios vídeos para documentar las reacciones de la gente y su interacción con la obra.

Me estimula que esta obra trate un tema que, para la mayoría de los americanos, es tabú, o ni siquiera existe: si el capitalismo global hegemónico «le funciona» a la gente. Pero, madre mía, qué coñazo de conversación, ¿no? Y decirle a la gente lo que debería pensar es peor aún. El cartel permite que los viandantes participen a través un voto engañosamente sencillo (Verdadero/Falso) y que tan sólo pretende ofrecer una resolución. Cada aspecto de la interacción les dirige a preguntas y conversaciones cada vez más complejas, que a su vez pueden provocar  nuevos pensamientos e ideas sobre un mundo mejor!

Richard Wolff: «En estos últimos 50 años de historia en los EEUU ha sido políticamente inaceptable formular una pregunta de lo más básica. Vivimos bajo un sistema económico llamado «capitalismo». Y, como sociedad, tenemos derecho de preguntarle al sistema si funciona, si nos está funcionando, si tiene un equilibrio entre costes y beneficios que nos haga plantear: “¿queremos seguir en este sistema?» o, de lo contrario: «¿queremos cambiar el sistema?», o, sencillamente: «Queremos buscar un sistema alternativo». Tenemos miedo a formular esa pregunta y tenemos miedo a abrir un debate público. Es la herencia de la Guerra Fría y ya no nos podemos permitir el no plantear estas cuestiones….»

 


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